La solución propuesta, a través de la democratización del conocimiento, es generar videos breves y simples que encapsulen contenidos específicos de educación escolar. Estos deben ser didácticos, ilustrativos y atractivos, para que los estudiantes se interesen. Deben ser de difusión masiva y gratuitos. Fundamentalmente, deben ser motivantes, cercanos y atingentes a la realidad local, de modo que generen autosatisfacción de haber aprendido por cuenta propia y proactividad por aprender más. Por ejemplo, un video donde se explique cómo identificar el sujeto y predicado en una oración.
Estos videos deben ser el trampolín motivacional que los alumnos necesitan para entrar en el espiral del aprendizaje, lo que se logra a través de temas atingentes a su realidad y apelativos a lo que sienten, carecen o quieren lograr. Al comparar con otras alternativas en general son pagadas, de difícil acceso, de contenido universitario, fuera del contexto local o simplemente no motivan al estudiante.